miércoles, 21 de septiembre de 2011

Sobre Los Desatinos.

No logro comprender los desatinos. ¿Será por mi juventud viceral, mi liviandad humana, tal vez mi paz para abordar el amor?. Por ningún medio, logro comprender el quiebre del amor, creo que no existe tal medida en mi. Es decir, aquel instante donde quienes se aman, pero lo hacen porque el universo ha conspirado para que ello suceda; esos individuos, creados y de existencia real, el uno para y absolutamente solo para el otro, se separan. Es atroz. Concibo el amor como una fuente ininterrumpida de deseos, de caricias, de vida. El amor debe ser eso, para un ser, único. Detesto ir amando por la vida, a distintas mujeres, a distintos seres humanos que me conmueven y al tiempo tal vez se esfuman es su propia esencia. ¿Será mi forma de ver el amor errónea? No es mi deseo probar, degustar amoríos hasta envejecer o hasta cierto tiempo, por motivos que nadie puede explicar. Tiene poco sentido o tal vez ninguno. Desde pequeño he amado y aseguro que me han amado, algunas, pero fue en vano. ¿Mi pensamiento será idílico?, sí, es lo más probable, pero prefiero un amor real, un solo amor para siempre, antes que andar probando carne y no establecer vínculos inquebrantables. El amor debería ser inquebrantable, pero no deseo bordear mi existencia probándolo sin sentido por calles solitarias, llenas de luces que prometen y no alumbran. Antes que el sufrimiento de los desatinos prefiero la soledad. Antes que la esperanza de un amor efímero, prefiero la nada. Antes que esta angustia, que todos estos recuerdos que desgarran, prefiero la soledad inmensa e inmutable. Es decir, que en algún sentido, cambiaría todo lo vivido por una soledad sin recuerdos, sin amor alguno. Y es que el olvido y los recuerdos son mis peores enemigos. Y es que si no es un amor eterno, prefiero la nada, inmensa e inmutable. ¿Será anticuado mi pensamiento? ¿Un tanto irreal? Es lo más probable, pero siento pensar que nací para alguien, por más idílico que suene, y me atormenta saber que ese alguien aún no es, sino mas que palabras de mi boca, anhelos de mi alma. 

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